¿Cuántas veces has disparado una fotografía en condiciones de poca luz y esta ha salido movida o totalmente borrosa? ¿Te ha llevado eso a pensar que no se pueden hacer capturas cuando la iluminación es mínima en el ambiente?
En el artículo de hoy pretendemos darle respuesta a muchas de las cuestiones que nos surgen cuando nos enfrentamos a este tipo de escenas. Porque fotografiar con poca luz es posible… si sabes cómo. Quédate conmigo y descúbrelo.
Preguntas Frecuentes Cuando Quieres Fotografiar con Poca Luz
Son muchas las dudas que nos surgen cuando queremos fotografiar motivos en ambientes en los que la luz es escasa. Nos damos cuenta de que no es tan fácil sacar una buena foto, y que el modo automático, por muy listo que sea, no es capaz de hacerlo tampoco.
Y con escenas poco iluminadas no me refiero solo a la fotografía nocturna, en absoluto. Piensa que cuando fotografiamos un atardecer la luz disminuye de una manera rapidísima, o si estamos en un evento en el que la luz tenue es la protagonista tampoco vamos a tener una iluminación «cómoda» para trabajar, por decirlo de algún modo.
¿Significa eso que no podemos fotografiar lugares o escenas en las que no hay una gran cantidad de luz? Para nada, pero sí que deberemos tener en cuenta algunas consideraciones antes de disparar nuestras tomas.
Como son muchas las dudas que nos surgen en este tipo de situaciones, a continuación hemos querido resumirlas en forma de preguntas y acompañarlas con sus soluciones. Espero que os sirva de guía y así le perdáis el miedo a la oscuridad.
El Modo Automático No me Funciona, Pero No Sé Utilizar el Manual. ¿Qué Hago?
Si has intentado hacer una fotografía con poca luz, y has puesto la cámara en modo automático lo más probable es que si lo tiene, te haya saltado el flash, y si no, que la foto haya salido prácticamente negra.
El modo automático puede servirnos cuando tenemos mucha luz en el ambiente, pero cuando empieza a escasear, entonces no tenemos escapatoria, tenemos que perderle miedo al modo manual u optar por alguno de los modos semiautomáticos.
¿Pero por qué? ¡Con lo bien que hace las fotos mi cámara en modo automático! Pues porque cuando no hay luz la cámara se hace un lío, y necesita que le echemos una mano. No te asustes tampoco, piensa que al final lo que tienes que hacer es dominar la exposición de la fotografía, y esta podemos conseguirla trabajando con tres parámetros diferentes: la apertura de diafragma, la velocidad de obturación y la sensibilidad ISO. Lo que también conocemos como el triángulo de la exposición.
Cada una de estas variables tiene sus propias implicaciones además de influir en la exposición de la toma, por supuesto. Lo que debes saber es que para conseguir que entre en la cámara una mayor cantidad de luz estas funcionan de la siguiente manera:
A mayor apertura de diafragma (o lo que es lo mismo a menor número f), más luz entrará en la cámara. A velocidad de obturación más baja (o lo que es lo mismo cuando trabajamos con velocidades más lentas de disparo), más luz entrará en la cámara. Y a mayor sensibilidad ISO, más expuesta saldrá nuestra toma.
Si esto funciona así, lo tenemos claro ¿no? ¡Pongámoslo todo al límite y tendremos toda la luz que necesitamos! Pues… va a ser que no amigos. Como os comentaba antes, además de influir en la exposición de la imagen estas variables también afectan a otras factores, es por eso que tenemos que buscar un equilibrio entre todas para conseguir una exposición adecuada pero al mismo tiempo controlando también otros elementos, como la profundidad de campo, el desenfoque de movimiento o el ruido. Veámoslo detenidamente:
La apertura de diafragma funciona de la siguiente manera: si tenemos el diafragma muy abierto entrará más luz pero también será menos la profundidad de campo que obtengamos. Sin embargo si cerramos mucho el diafragma no entrará tanta luz en la cámara pero mayor será la profundidad de campo.