Ha llegado el momento de coger la cámara y empezar a utilizarla para lo que realmente sirve: para hacer fotografías. Ya está bien de «destripar» nuestra cámara para conocer sus componentes, hablar sobre cómo se produce el «milagro» de la fotografía o analizar los distintos tipos de objetivos que existen. De eso ya hemos hablado largo y tendido antes en los siguientes posts:
Destripando» Tu Cámara El «Milagro» de la Fotografía Tipos de Objetivos, Características y Usos
Hoy nos toca hacer hincapié sobre el auténtico significado y la importancia de un término clave en fotografía: la exposición. En este artículo le daremos significado al término, identificaremos los factores que influyen en él y proporcionaremos las pautas para que nuestras fotos aparezcan correctamente expuestas, aspecto fundamental en nuestro proceso de aprender a hacer mejores fotos.
Empezando por el Principio… ¿Qué es la Exposición?
La exposición es la acción de someter un elemento fotosensible (en cámaras digitales el sensor) a la acción de la luz, que, como ya vimos, es la piedra angular de la fotografía.
Por tanto, la correcta exposición de una fotografía será el primer paso para lograr una buena foto, al margen de una mejor o peor composición y de una mayor o menor belleza de lo retratado. Y, por consiguiente, una mala exposición será el primer gran error que deberemos evitar cuando fotografiemos. De modo que ¡presta mucha atención!
Eso sí, debemos matizar algo. Cuando hablamos de exposición a veces los términos «correcta» o «mala» no describen realmente bien lo que queremos decir. ¿Por qué digo esto? Pues porque podemos hablar de que una foto tiene una exposición equilibrada o no, pero dependiendo del propósito que busquemos, esa imagen tendrá una exposición adecuada o no.