Tendemos a asociar el ruido a ISOs altas, y sí, es cierto que la sensibilidad ISO influye directamente en la aparición de ruido en nuestras tomas. Pero ni mucho menos es el único factor que afecta al ruido. Existen muchos otros aspectos que suelen pasar desapercibidos y que también es necesario conocer si queremos reducir el ruido de nuestras tomas al máximo. En este artículo los analizamos todos, uno por uno.
Y si el ruido es un tema que te interesa y te preocupa, sin duda no puedes perderte nuestro nuevo ebook “Sin Ruido: Técnica y Método”, donde aprenderás cómo y por qué se genera el ruido en tus fotografías, de qué maneras puedes evitarlo y técnicas de procesado para reducirlo.
1. Sensibilidad ISO
Ya te contábamos en nuestro artículo «ISO en Fotografía: Qué es y Cómo Se Usa» qué es la ISO y cuando usarla en tus fotografías. También te hemos contado más de una vez que aumentar la ISO incrementará exponencialmente la cantidad de ruido que aparece en tus fotografías. ¿Pero por qué?
El sensor de nuestra cámara está compuesto por una malla de miles de celdas fotosensibles que reciben la luz que entra a través de la lente. Al recibir la luz, estas celdas generan una corriente eléctrica, que será procesada por la cámara y convertida en datos digitales. Cada una de estas celdas generará un píxel de la fotografía final.
Sin embargo, esta señal eléctrica no solo posee los datos de la imagen captada, sino que también se generan unos datos aleatorios, fruto de la propia corriente eléctrica. Estos datos aleatorios se plasmarán en la imagen como ruido. Cuando aumentamos la ISO estamos amplificando de manera digital esa señal eléctrica que reciben las celdas fotosensibles, pero a la vez también estamos amplificando esos datos aleatorios. Por eso cuanta más ISO subamos, más ruido aparecerá.